La Unión Europea y la ONU preparan regulaciones para limitar el desastre que suponen los vertidos de estos microplásticos, que por lo visto para la Xunta no están considerados tóxicos, aunque ya sabemos que son peligrosos para la fauna y el medio ambiente.

En la Unión Europea reconocen los riesgos de los microplásticos, y publican el pasado 25 de septiembre en el Diario Oficial de la Unión Europea el Reglamento UE 2023/2055 de la Comisión, la normativa europea de control de microplásticos. Además en la OMI (Organización Marítima Internacional) quieren añadir en abril de 2024 los pellets de plástico en su listado de materiales peligrosos, implicaría tener medidas más estrictas a la hora de transportarlos.

La Asamblea de la ONU-Medio ambiente están preparando un “tratado internacional legalmente vinculante” contra la contaminación plástica que afecta ya a cualquier punto del planeta, se calcula que hay unos 30 millones de toneladas de basura plástica acumulada en los océanos y 107 millones en los ríos esperando a llegar a los mares.

La dimensión es tal que todos esos microplásticos han empezado a influir en nuestros alimentos, y terminarán corriendo por nuestras venas. El Programa Medioambiental de la ONU (PNUMA), calcula que España tira al mar más de 126 toneladas ¡diarias!. Un un tratado vinculante sería un instrumento muy interesante porque uniría toda la cadena de valor, el ciclo de vida completo y eso supone no solo los macroplásticos, sino también los micro, que tienen una normativa todavía escasa y ambigua. Habremos de esperar a la nueva discusión sobre el borrador que tendrá lugar en Canadá en abril de este año y sobre todo a que concluyan el documento a hacia finales de este año.

Los Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP), conocidos internacionalmente por su acrónimo inglés POPs (Persistent Organic Pollutants), son sustancias químicas que suponen una amenaza para la salud humana y el medio ambiente de todo el planeta debido a que:

• Permanecen en el medio ambiente, al ser resistentes a la degradación,
• son bioacumulables, se incorporan en los tejidos de los seres vivos, pudiendo aumentar de concentración, según se sube a niveles más altos de la cadena trófica,
• son tóxicas para la salud humana y el medio ambiente, y
• tienen potencial para trasportarse a larga distancia, pudiendo llegar a regiones en las que nunca se han producido o utilizado.

Pedimos que se modifique el Reglamento (CE) Nº 850/2004, del Parlamento Europeo y del Consejo, sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes, para incluir los compuestos de polietileno.

También pedimos la modificación del Convenio de Estocolmo, para que incorporen los compuestos de polietileno como COP, es decir, como contaminante orgánico persistente.

Por considerarlos de toxicidad elevada, ya que pueden tener un efecto mutagénico y carcinogénico sobre o ser humano y porque se acumula en la cadea trófica al ser ingerido por las aves y los peces, y de ahí llegar al ser humano.